Para la puesta en marcha del Festival Internacional de Música y Danza, se extendieron los jardines del Generalife hacia el sur y se construyó en su extremo un amplio teatro al aire libre, inspirado en la disposición del clásico riad nazarí, obra del arquitecto conservador, Francisco Prieto Moreno. El teatro se inaugura en 1954, como sede principal de las representaciones de ballet del Festival.
Desde su construcción, se han realizado en él diversas obras de adecuación con objeto de dar cabida a espectáculos cada vez más complejos, acordes con la magnificencia y carácter incomparable del marco en el que se desarrollan.
En 2002 tenía allí su primera cita con los espectadores el Programa Lorca y Granada en los Jardines del Generalife con Bodas de Sangre de Antonio Gades.
El uso, cada vez más intenso y exigente del espacio escénico, además del deseo de satisfacer las necesidades del público usuario, motivaron un profundo proceso de restauración, terminado en julio de 2005, por ello, durante dos ediciones, el programa Lorca y Granada se celebró en el Palacio de Carlos V.
El teatro sigue arquitectónicamente la línea de las huertas del Generalife, los muros de contención se perciben como un fragmento más del conjunto y las distintas paratas y arriates sirven de soporte al acompañamiento vegetal, de gran importancia en la instalación. El escenario se configura con pantallas naturales de cipreses, ofreciendo un fondo permanente y característico, único en la escenografía contemporánea.